En general, el budismo no favorece el consumo de vino o alcohol, ya que se considera un obstáculo para la práctica espiritual y la claridad mental. Uno de los cinco preceptos fundamentales del budismo prohíbe el consumo de bebidas intoxicantes, incluyendo el vino. Sin embargo, hay cierta flexibilidad en la interpretación de este precepto, especialmente para los laicos, que pueden disfrutar de una copa de vino ocasionalmente si no se produce un estado de embriaguez o confusión. 

El budismo y el alcohol: 

  • Prohibición general:El budismo enseña que beber o consumir otras drogas puede causar descuido y debe evitarse. 
  • Preceptos budistas:El primer precepto budista prohíbe la muerte, incluyendo el consumo de alcohol. 
  • Flexibilidad para laicos:Para los laicos, el consumo de alcohol puede ser aceptable siempre y cuando no se produzca un estado de embriaguez o confusión mental. 
  • Excepciones:Los monjes y los centros de retiro suelen tener restricciones más estrictas en cuanto al consumo de alcohol.